Colmillo Blanco

El famoso libro de Jack London, Colmillo Blanco, narra las aventuras de un lobo y como evoluciona a lo largo de su vida, desde afrontar el "bullying" que le hacían de cachorro por su escasa altura como sobrevivir en distintas ocasiones. En este libro, el autor nos hace comprender que la raza canina puede cambiar su comportamiento, si el amo que le enseña es bueno, mejorará; en el caso que no lo sea, se podrá volver violento, pero eso no es excusa, para que la gente lo pague con ese animal u otros.

Nos referimos al acontecimiento del pasado 26 de febrero de 2017 en Asturias, cuatro lobos fueron asesinados, el último de ellos fue encontrado en una señal de tráfico en la carretera del puerto de San Lorenzo, en la Reserva de la Biosfera de las Ubiñas-laMesa.
La Fundación para la Protección de Animales Salvajes de Asturias (FAPAS), denunció los hechos de esta brutal agresión a las autoridades afirmando que había sido asesinado varias horas antes de ser encontrado. La consejería estatal puso de manifiesto al Seprona estos hechos, y condena este tipo de actos delictivos que están fuera de la ley.

Imagen : FAPAS (www.lavozdeasturias.es)

Nosotros no somos la Seprona ni tampoco somos las FAPAS u otras asociaciones que se encarguen de la protección y la defensa de los animales. Pero en pleno s.XXI nos tendríamos que preguntar antes, ¿quiénes somos y qué hacemos en este mundo? La superficie de la Tierra es 510,1 km² y somos más de 7.000 millones de personas las que la habitamos. ¿Qué culpa tienen los lobos de nacer así? ¿Somos mejores que ellos por tener capacidad para pensar? Puede ser que sí, que seamos mejores, pero como dijo el Tío Ben (Spiderman 1): "un gran poder conlleva una gran responsabilidad" y por lo tanto nosotros tendríamos que ser los más concienciados sobre lo que está bien y lo que no. Además los animales aunque no sepan pensar tienen el mismo derecho que nosotros a vivir tranquilamente, "sin miedo" a ser asesinados y colgados en señales de tráfico.

Como en Colmillo Blanco, a todos esos descerebrados capaces de acabar con otros seres vivos que nada les han hecho, el gobierno debería promover campañas contra el maltrato animal doméstico o salvaje.